Un famoso dicho del criptógrafo y experto en seguridad informática Bruce Schneier mantiene que 'el usuario escogerá cerdos bailando antes que seguridad, una vez tras otra'... En estos días de felicitaciones y compras navideñas en la Red, nos encantaría no tener que darle la razón.
En efecto, el enorme movimiento de información entre consumidores, tiendas y bancos de estos días del año abre la puerta a las amenazas. Si actualizamos y protegemos nuestros dispositivos, conocemos y comprendemos bien los peligros, y seguimos estos consejos, podremos reducir riesgos.
Atención a las estafas navideñas. Siempre hay que desconfiar de:
- Campañas con grandes descuentos. Plantéate si es demasiado bueno para ser cierto.
- Vales descuento, concursos, sorteos en las redes sociales y tarjetas de regalo falsas son algunas de las formas de ciberestafa que pueden causarnos muchos problemas.
- Falsas notificaciones de paquetes no entregados. Se ven mucho en estos días navideños: sospecha si esperas nada y no sabes de qué se trata.
- Ofertas de vacaciones sospechosas: los ciberestafadores crean sitios web falsos y piden pasos iniciales con tarjeta de crédito o transferencia bancaria.
- Caridad engañosa de organizaciones benéficas falsas que solicitan ayuda por email o redes sociales. Cuidado cómo y a quién dirigimos nuestras buenas acciones.
- Phishing y smishing a través de correo electrónico, redes sociales o smartphones: roban tus claves de acceso y tu información confidencial, haciéndote creer que estás en un sitio de confianza. Nunca entres a la web de tu banco a través de enlaces contenidos en correos electrónicos, aprende a identificar los correos-trampa, cerciórate de las fuentes de tus correos entrantes y, si tienes la más mínima duda, no arriesgues.
- Es recomendable ir comprobando los movimientos de tu tarjeta de crédito.
Muchos de estos peligros navideños son tan antiguos y típicos como la propia Navidad y sólo aprovechan las ventajas de la Red para generalizarse. Así que, como ha sido siempre, lo fundamental es un poco de sentido común. Y no vamos a decir nada sobre esa foto de tu cuñado bien cargadito de cava, y que ni por un momento has pensado colgar en las redes... ;-)